Los relojes inteligentes son una extensión del mundo conectado, lo cual puede ser útil para el hiperconectado. Su mayor desventaja es la poca duración de su batería al ser un producto más que cargar prácticamente diario, pero para algunos esta desventaja es menor que su utilidad. Los usuarios pueden acceder a algunas aplicaciones sin necesidad de acceder a su teléfono, aunque de una manera más básica por el limitado espacio de la pantalla.